Todo comenzó en el Colegio Libre Adoptado " Nuestra Señora del Pilar", inaugurado el 12 de octubre de 1960.

A principios del año 1960 se crearon estos centros que daban vida a la enseñanza protegida, modalidad intermedia entre la Enseñanza Oficial y la Libre para el Bachillerato. Publicada esta Orden en el B.O.E., el entonces alcalde de Huéscar, Claudio Penalva, pensó que la creación de un C.L.A. podría ser beneficiosa para nuestro pueblo, pues aun cuando aquí había enseñanza libre, la distancia a los centro Oficiales para realizar los exámenes, la falta de medios económicos para realizar los viajes y cubrir los gastos de enseñanza, matrícula y libros, hacían inasequible el estudio del Bachillerato a muchos que lo deseaban, por lo que solicitó un C.L.A. para Huéscar y su Comarca.

A mediados de septiembre del mismo año, vino el promotor de esta modalidad de enseñanza, el Director General de Enseñanza Media, Lorenzo Vila, y por una serie de circunstancias consideró que este pueblo era el lugar justo para desarrollar su idea de protección a la enseñanza media, pero faltaba muy poco tiempo para el inicio del curso y era difícil improvisar locales, y sobre todo, encontrar a dos licenciados para que según el Inspectore Centra, las enseñanzas impartidas mantuvieran el nivel correcto. Del Ayuntamiento dependerían los gastos generales, los dos licenciados serían nombrados profesores interinos del Instituto "Padre Suárez" y los alumnos harían una pequeña aportación mensual que iría íntegra a una gratificación, proporcional a su trabajo, para aquellas personas del pueblo capacitadas para impartir las distintas enseñanzas.

Los locales fueron cedidos, provisionalmente y en horas compatibles con sus horarios docentes, por la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos, para las clases de la mañana, y por el Grupo Escolar "Natalio Rivas" a partir de las cinco de la tarde.

Desde el curso del 61 hasta el 65, se impartieron las clases en el antiguo Cuartel de la Guardia Civil, y fue en septiembre del 65 cuando, gracias al Ayuntamiento y los padres de alumnos, se construyó el edificio actual.

Fue en el curso 1974-75, cuando llegó el Centro a la plenitud de Instituto de bachillerato, con lo que culminó la labor empezada muchos años atrás. La comarca contaba ya con transportes, había facilidades para el estudio y los alumnos no tenían que desarraigarse de su ambiente local y de su entorno familiar para llegar a estudios superiores.

Hay que agradecer las colaboraciones prestadas por muchos: Ayuntamiento, padres de alumnos, profesorado, y, sobre todo, a esos alumnos que con su esfuerzo y su tesón han puesto muy alto el nombre de nuestro Centro. También hemos tenido muchos obstáculos que vencer.

La Administración, conservaba intactos los resabios de la época y construyó un centro mixto. Ahora bien, parece ser que no era conveniente que niños y niñas recibieran enseñanza en las mismas aulas: en otras palabras, podían estar juntos pero no revueltos. La solución era muy simple: se hicieron dos entradas, una para ellos y otra para ellas, y se partío el edificio por un plano que lo configuraba en dos partes exactamente iguales. En una las clases femeninas. En otra, las masculinas. Con una pequeña trampa: a través de los laboratorios, a la sazón en la segunda planta, podía pasarse de un lado a otro. Logicamente, los chicos resolvían su problema de comunicación encontrándose en el patio o en el parque frontero durante los recreos.